viernes, 29 de marzo de 2013

Tarta Monster High para el cumpleaños de Emma



Lo cierto es que me gusta hacer tartas, mucho más que cupcakes o cualquier otra cosa. Aunque lleve más tiempo y trabajo, al final se ve compensado con todos los detalles que se pueden conseguir. Pero tengo que reconocer que cuando me pidieron que la tarta fuera de las Monter High, no me hizo demasiada ilusión.

Mas difícil es el encargo cuando te piden que sean de esas muñecas, pero no saben cuál es su preferida. ¡Mejor! Fue lo primero que pensé… porque las forma humanoides no son lo mío, y no quería destrozarle la ilusión a la niña. Así que me decanté por un diseño más sencillo pero a la vez vistoso.


En cuanto a los sabores, lo tenía bastante claro: Chocolate y vainilla, más de lo primero que de lo segundo. Vamos, que el bizcocho es de chocolate y va relleno de buttercream de vainilla. Y es que tampoco quería experimentos raros para una niña que cumple 10 años. Como no me han mandado fotos, no puedo señaros el corte, aunque espero poder enseñaros el interior de alguna cuando haga la de mi hermana a finales de abril.

Así que en apenas una tarde conseguí terminar el diseño con los colores de estas muñecas tan famosas: fondo rosa y cerrado con lazo de tela negro; lateral con rombos negros unidos por mini flores lilas; coronada con el logo de las Monster (el lazo en 3D); y los datos de la niña en el frontal.


Lo cierto es que estoy orgullosa de cómo ha quedado, sobre todo para tener tan limitado el espacio en una tarta de 15 cm de diámetro. Eso sí, sus 8 raciones abundantes, porque el bizcocho subió tanto que casi medía 10 cm de altura. Espero tener la oportunidad de repetir para otro cumpleaños y seguir pensando diseños intersantes.

domingo, 24 de marzo de 2013

Receta: Cupcakes de Guinness y crema de queso



Yo casi siempre voy con retraso o muy al límite. El domingo pasado (hace ya una semana) fue San Patricio, patrón de los irlandeses y una gran fiesta de cerveza en muchas ciudades extranjeras. Yo quise celebrarlo, y para ello me decidí por fin a hacer estos estupendos pastelitos, que aunque parezcan raros, quedaron verdaderamente exquisitos.

  
La receta es de original de Hummingbird Bakery, y no me modificado nada al ser la primera vez que la hacía. Y os digo que no es necesario cambiar absolutamente nada porque salen geniales tal como son, a pesar de salir muchisimos. El problema viene con la crema de queso…

A mí la crema de queso me odia, o yo la odio a ella. Dicen que tiene muchos trucos: el queso debe estar frio, la mantequilla bien integrada, alto porcentaje de materia grasa… Pero a mí siempre me queda liquida. Además de que me parece extremadamente dulce.

Por eso, buscando videos encontré la variación que hace en los Red Velvet en The joy of baking: con nata montada y mucho menos azúcar. Y funciona siempre que mantengas la MG de la nata por encima del 35% que es el estándar en España para la de montar.


Ingredientes (para unos 16 cupcakes):

125 ml de cerveza Guinness
125 g de mantequilla
40 g de cacao
200 g de azúcar
1 huevo a temperatura ambiente
½ cc extracto de vainilla
70 ml de buttermilk (o leche, que previamente habremos cortado con zumo de limón y dejado reposar durante 15 minutos)
140 g de harina
1 cc bicarbonato sódico
¼ cc de levadura
Para la crema de queso: 227 g de queso crema a temperatura ambiente, ½ cc extracto de vainilla, 60 g de azúcar glass y 160 ml de nata de montar (minimo 35% MG)

Procedimiento

Antes de empezar, precalentar el horno a 170º y preparar el/los molde/s con los papelitos
Calentar la cerveza y la mantequilla a fuego suave hasta que derrita y quede homogéneo. Una vez fuera le añadimos el cacao y el azúcar y revolvemos.
Mezclamos en un bol lo huevos, buttermilk y extracto de vainilla, y posteriormente lo añadimos a la mezcla de la cerveza
Tamizar la harina con el bicarbonato y la levadura. Después añadir el contenido del cazo y batir hasta que este homogéneo.
Rellenar los papeles entre la mitad y 2/3 de su capacidad (ver nota) y hornear durante 15-20 minutos
Dejar reposar dentro del molde durante 5 minutos y luego pasarlos a una rejilla donde enfríen por completo.

Para la crema de queso empezamos batiendo el queso crema hasta que este homogéneo y cremoso (valga la redundancia). Luego añadir el extracto de vainilla y el azúcar tamizado, y batir hasta recuperar la textura cremosa. Añadir poco a poco la nata y seguir batiendo hasta que tenga una consistencia adecuada para la manga pastelera.

Para la decoración que yo le hecho, he utilizado una boquilla de tipo estrella cerrada (2D de Wilton, pero la 1M sirve igual) y unos non-pareils de color verde que tenia de navidad. Los tréboles son un “apaño” con un cortador de flores que si no usamos el expulsor podemos aprovechar como trébol.


Notas:

La levadura que utiliza esta receta (y casi todas las de repostería) usa levadura química, y además, bicarbonato. Un día lo explicaré con calma, pero es un impulsor químico que se activa por calor. Si vertéis la mezcla de cerveza y mantequilla aun caliente, es posible que se active antes de entrar en el horno y no suban luego lo que deben. Por eso, considero adecuado esperar un poco a que atemperare antes de seguir con la receta.

De todos modos, los pastelitos quedan muy esponjosos y suben bastante debido al gas de la cerveza, de la levadura y del bicarbonato. Yo probé de dos maneras: llenando la capsula a la mitad y a 2/3. Ninguno de ellos se me expandió fuera de los límites del molde (como había temido) pero sí que quedan dos efectos diferentes de altura del cupcake. Lo ideal será que llenéis más las capsulas si no habéis dejado templar la cerveza.

Una excepción muy extraña a la legislación española es la nata de montar del Mercadona, que tiene un 33% MG y por tanto nunca queda con la consistencia adecuada. Yo aun me pregunto porque la han estandarizado de esta manera… pero no cometáis el error usarla (a mi me pasó una vez y destrocé una mañana de trabajo).

Si tenéis problemas con la nata y lo habéis intentando un par de veces, podéis probar a montarla aparte y luego juntarla con el resto. Es una solución provisional hasta que encontréis la marca que sea adecuada.

Para cualquier duda, podeis escribirme sin problemas a conmantelyvelas@gmail.com

viernes, 15 de marzo de 2013

Receta: muffins de manzana y canela




Dicen que la cabra tira al monte y ahora mismo estoy recordando un capitulo de Cazadores de mitos en el que soltaban una cabra… y realmente tiraba hacia el monte. Esto viene al caso porque yo, aunque me lo proponga, siempre acabo tirando hacia lo dulce. Es inevitable, porque es lo que más me gusta, además de que me sale mejor sin duda. Y siempre quedas bien con los demás ¿A quién no le gusta un dulce?

Siempre consideré que el sabor de las manzanas y la canela es el sabor del otoño y del invierno, cerca de una calefacción o bajo una manta, con la lluvia cayendo tras la ventana. Por eso, con el tiempo que hace ahora mismo, me he acordado de estos muffins que publicó Whole kitchen hace unos meses, porque realmente es lo que pide el día.

Yo los he cambiado un poco, porque con la receta original no conseguí el efecto deseado y además quería algo más de frutos secos en la cobertura, pero la base viene a ser la misma.


Ingredientes

85 g de harina integral
75 g de harina normal
1,5 cc de levadura en polvo
1 cs de canela en polvo
40 g de azúcar
2 manzanas pequeñas, hiladas
125 ml de leche
1 huevo
4 cs de aceite de girasol
Para la cobertura: 100 g de harina, 150 g de azúcar, 100 gr de mantequilla, 1 cs de canela y 5 cs de nueces picadas

Preparación

Poner el horno a precalentar a 200ºC
Ponemos en un bol los ingredientes secos (en el orden descrito, hasta el azúcar incluido) y mezclamos hasta que este homogéneo
En otro recipiente ponemos los ingredientes húmedos (de la leche al aceite) y batimos un poco con unas varillas hasta que la mezcla sea uniforme.
Mezclamos los secos con los húmedos, sin batir demasiado hasta que tengamos una pasta homogénea.
En este punto añadimos la manzana y mezclamos
Por otro lado, preparamos la cobertura mezclando todos los ingredientes hasta obtener una pasta similar a galletas desmigadas. Las nueces es recomendable añadirlas al final
Repartir la mezcla en los moldes de magdalena y llenar a 2/3 de su capacidad. Coronar con una buena cantidad de cobertura y meter al horno durante unos 25 minutos o hasta que la aguja salga limpia al pinchar.


Notas

La receta es muy sencilla y muy rápida, por lo que es aconsejable encender el horno antes de empezar, porque si no tendremos que esperar con la masa lista. No es que importe porque no se va a estropear, pero da rabia. Nunca las metáis con la temperatura por debajo de la indicada, porque no subirán como deben.

Cuando digo la manzana hilada, me refiero a rallada bastante fina. Esto depende de los gustos personales de cada uno, pero creo que queda más elegante y agradable al tacto si se pone en pequeños hilos más que en trozos que se tropiezan al morder.

Es bastante probable que os sobre cobertura. Esto dependerá del tipo de mantequilla que uséis, que sea capaz de absorber más o menos harina y azúcar. Yo acabo tirándolo, pero si vais a hacer más en un periodo corto de tiempo, podéis guardar las sobras en la nevera durante unos días.

Si tenéis alguna duda, o queréis compartir vuestra experiencia, podéis dejarme un comentario, o escribirme a conmantelyvelas@gmail.com, y os contestaré encantada de la vida.

sábado, 9 de marzo de 2013

Reproduciendo sabores: receta de ensalada del restaurante chino



Creo que desde que aprendí (o empecé, como queráis llamarlo) a cocinar tengo una manía: cuando como algo fuera de casa que me gusta, siempre estoy dándole vueltas a ver si soy capaz de descifras todos los ingredientes, las secuencias, las técnicas… Vamos, que quiero repetirlo yo en casa.

Hay mucha gente que no se corta un pelo y pregunta directamente. El que lleva, seguramente te lo dirán sin problemas, cómo se hace… eso ya es otra cosa. El truco del restaurante se basa precisamente en que tú no puedas replicarlo y vuelvas a ellos siempre. Y un ejemplo de lo que fue durante años, pero ya nunca más, es el de la ensalada china.


Ahora con internet es muy sencillo encontrar lo que buscas, pero hace años cuando yo intente replicar la ensalada del restaurante chino fue absolutamente incapaz. Tiene truco, y cuando yo les cuento a mis amigos (que no cocinan) donde está dicen: ¡imposible! Pues sí, porque el punto está en el aliño, evidentemente, que lleva… azúcar. Ahora me explico el punto blanquecino.

La primera vez que la hice hace unos años no recuerdo de donde saqué las proporciones, pero esta última vez son exactamente las que utiliza Isasaweis en su video, y con su método de homogenización, que me ha gustado mucho.

Ingredientes:

Lechuga iceberg
Zanahoria encurtida en tiras finas
Taquitos de Jamón cocido
Agar Agar

60 ml de vinagre de vino,
50 gramos de azúcar
1 cucharada de aceite de girasol
¼ de cucharadita de sal

Preparación

Primeramente, unas horas antes de servir (4 al menos) se pone el Agar a rehidratar en un bol con agua tibia.
Se lava y se corta la lechuga iceberg en juliana y se coloca en el recipiente final
Se escurren las tiras de zanahoria encurtida y se colocan sobre la lechuga
Se ponen los taquitos de jamón junto a la zanahoria.
Escurrir bien el agar y servirlo haciendo de topping en la ensalada.
Por otra parte, para el aliño mezclar todos los ingredientes  en un recipiente y batir durante dos minutos a la batidora con el accesorio estándar.


Notas:

El Agar tarda en rehidratarse y quedar como en la del restaurante. Recomiendo usar agua caliente, y cambiar el agua varias veces si queremos acelerar el proceso.

El Agar se pude comprar en casi cualquier supermercado. Concretamente yo lo compro en Carrefour y está situado donde los productos deshidratados (setas, algas y demás). Tened en cuenta que en Asturias no resulta fácil encontrar productos excesivamente exóticos, por lo que si yo puedo encontrarlo, seguro que vosotros también.

Las cantidades van al gusto, aunque el aliño tiene esa proporción y no hay vuelta de hoja. Si te gusta con más trozos de jamón o menos agar, simplemente cámbialo. Yo no pongo cantidades precisamente por eso.

Si hacéis el aliño con bastante antelación, recomendaría que se reservara en la nevera y se le diera un nuevo batido antes de servir, porque seguramente las fases se habrán separado.


Yo no entro en matices del glutamato monosodico ni otros excipientes que supuestamente echan en el restaurante chino. Simplemente siguiendo la receta tal cual la doy, queda perfecto. Exactamente igual que la que nos llevan en el tupper a casa.

Cerrando el aliño en un recipiente adecuado, esta ensalada es apta para llevar. No recomiendo aliñarla antes de tiempo, sino servir junto en el momento de comer. Seguro que muchos compañeros y amigos os preguntaran como se hace…